DEL AMOR AL ODIO
DEL AMOR AL ODIO
Te encuentro... te escucho....te hablo... te abrazo... te beso... te tengo... te aprieto... te atrapo... te absorbo ... te escucho... ¿te quiero? (Jorge Bucay).

Lo conoció en circunstancias casuales. Se enamoró de él. Dijo que lo quería, que daría la vida y el alma por él. El le respondió y le entregó la vida y el alma. Se sometió. Y sin darse cuenta perdió su ser y su personalidad. Ella celosa de todo lo fue aislando de todo lo que él tenía y quería, de sus amistades, de su familia, de sus costumbres y aficiones, de sus hábitos..., y él, pendiente de ella, por miedo a sus reacciones se dejó absorber y dominar. Hasta que un día salió de su mutismo y de su hipnosis, recuperó su ser y su persona, y comenzó a querer relacionarse con los suyos, a recuperar sus aficiones y sus ilusiones, a recuperar todo lo que transitoriamente se había dejado por ella, a recuperarlo antes de perderlo. Se dio cuenta de que estaba absorbido. Ella lo quería más que nada en este mundo, tanto que lo quería para ella sola. El trató de hacerla entender que sin dejar de quererla no podía dejar perder a sus amistades y seres queridos de toda la vida, gente que le apreciaba y le quería, y que le echaba de menos, le extrañaban y quería verle. Ella en principio parecía comprensiva, pero después sus excesivos celos de todo, ocasionaban pensamientos nefastos y conductas caóticas. El le dijo que entendía que lo quisiera, que él también la quería, pero debía de haber un margen, un espacio de autonomía dentro de la relación. Le dijo que de tanto quererlo, lo había atrapado, lo había absorbido y lo estaba asfixiando, y que a él si lo asfixian se ahoga y se muere. Ella no lo entendió, y siguió con las mismas, hasta que él ya no pudo más. Y la dejó. Entonces ella llorando desconsolada, manifestando perder lo que más quería, le rogó que no la dejara, y él le dijo que no podía, que ella no lo entendía ni cambiaba su radical parecer, y que no así podía convivir, y le dijo que su decisión era irreversible. Entonces, ella, por despecho, por celos, por todo..., pasó de quererlo con toda su alma a odiarlo con toda su saña. Y actuó contra él de la forma mas vil y espantosa que cabe imaginar. El decía que no podía odiarla porque no sabía. Y que no podía odiar a quien alguna vez había querido. Y que ella no podía quererlo tanto como manifestaba, porque a quien se quiere no se le hace daño, y ella se lo hacía inmisericordemente. No concebía cómo se puede pasar del amor al odio. No entendía el odio.
Quiero que me oigas sin juzgarme
Quiero que opines sin aconsejarme
Quiero que confíes en mí sin exigirme
Quiero que me ayudes sin intentar decidir por mí
Quiero que me cuides sin anularme
Quiero que me mires sin proyectar tus cosas en mí
Quiero que me abraces sin asfixiarme
Quiero que me animes sin empujarme.
Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mí
Quiero que me protejas sin mentiras
Quiero que te acerques sin invadirme
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten
Que las aceptes y no pretendas cambiarlas
Quiero que sepas... que hoy puedes contar conmigo...
Sin condiciones. (Jorge Bucay).
(Texto del libro de relatos "mucho más que un sueño" https://www.ecwid.com/store/store13842348/MUCHO-M%C3%81S-QUE-UN-SUE%C3%91O-p106109931