MI RELIGION

MI RELIGION
Te invito a que te unas a mi religión y te hagas adepto a mi secta.
Mi religión es una religión nueva, todavía no tiene nombre, tampoco tiene libro y tampoco tiene historia.
No tienes la obligación de ir a ninguna misa ni de acudir a ningún ritual.
Con mi religión puedes comer lo que quieras, cuando quieras, a la hora que quieras y en el mes que quieras, mi Dios no se ofende. Puedes estar con quien quieras. Puedes tener los hijos que quieras o no tenerlos, puedes utilizar los métodos que quieras. Mi religión no limita ni se mete en la vida sexual de nadie.
Con mi religión puedes vestir como quieras y cubrirte lo que quieras.
Mi religión consiste básicamente en no hacer mal a nadie, no tener problemas con nadie y tener la conciencia tranquila.
Al no hacer ningún mal ni tener nada de que arrepentirte no necesitas confesarte ni has de cumplir ninguna penitencia, estás absuelto.
Confiésate contigo mismo y con las personas a las que quieres y con las que tienes total y absoluta confianza, y comulga comiendo y bebiendo lo que quieras en plena armonía con tu conciencia.
Pide perdón a quienes hayas podido ofender y no se lo pidas a Dios.
Mi iglesia son los montes, los campos y la naturaleza. Y veo a Dios al mirar cada amanecer y cada puesta de sol.
En mi religión puedes poner velas a rendir culto a cualquier imagen o a cualquier objeto que para ti signifique algo. Puedes rezar lo que quieras o lo que sepas, y puedes no rezar. Solo has de rendir cuentas a tu conciencia.
En mi religión no cabe el odio ni las represalias, no cabe la venganza ni el rencor.
Mi religión jamás se meterá con la política ni con el poder, jamás será impuesta por la fuerza, jamás generará miedo ni originará guerras.
Mi religión jamás tratará de inmiscuirse lo más mínimo en la vida de ninguna persona ni pondrá condiciones ni restricciones.
Nadie es perfecto y ninguna religión es perfecta, podemos ofender a alguien sin darnos cuenta, podemos hacer daño sin darnos cuenta, alguien se puede ofender por algo que nosotros no atendamos a comprender. Pero si cometemos algún error hemos de enmendarlo nosotros mismos.
Cada error se convierte en experiencia, y cada fracaso en lección de nuestro catecismo.
En mi religión tienen cabida todas las religiones y todas las creencias en armonía y respeto, sin rivalidades ni rencillas.
Mi Dios no es vengativo ni terrible con los infieles porque no considera a nadie infiel, mi Dios no es excluyente y da cabida a todo y a todos, sin miedos ni rencores.
Si tienes la conciencia tranquila y no has hecho daño ni mal a nadie no has de temer ninguna condenación eterna.
En resumen, mi religión consiste básicamente y fundamentalmente en tener la conciencia tranquila y vivir en paz contigo mismo y con los demás.
(TEXTO DE JUAN GIL PALAO)